La felicidad depende del sentido que cada uno de nosotros le damos a nuestra vida. En
una sociedad que, en muchas ocasiones, ha perdido el rumbo, hemos sustituido el sentido
por sensaciones: la comida, los masajes, las redes sociales, la pornografía, el sexo, las
drogas, apostar por internet, las compras… Estas sensaciones no siempre son disruptivas,
pero nos destruyen cuando sustituyen el verdadero sentido de la vida.
¿Cuántas veces has buscado una gratificación inmediata para escapar de tus problemas?
Según un estudio de la Universidad de Harvard, las personas que persiguen la felicidad a
través de gratificaciones instantáneas son menos propensas a experimentar una felicidad
duradera y significativa.
Vivimos en lo que se llama el culto del instante. Nos importa lo que sentimos ahora y no
somos capaces de dejar que nuestro cerebro, nuestra corteza prefrontal, que es capaz de
discernir lo bueno de lo malo y lo interesante, tome las decisiones adecuadas. Esta falta
de reflexión nos lleva a un círculo vicioso de satisfacción momentánea y vacío a largo
plazo.
Datos que invitan a la reflexión:
– Estudio de la Universidad de Harvard: Un seguimiento de 75 años a cientos de
participantes reveló que las relaciones significativas, no el dinero ni la fama, son
el principal factor de una vida feliz y saludable.
– Investigación de la Universidad de California, Riverside: Se descubrió que las
personas que practican la gratitud regularmente reportan un aumento del 25% en
su felicidad general.
– Informe de la OMS: El uso excesivo de redes sociales y tecnología está
vinculado a un aumento del 25% en los casos de ansiedad y depresión entre los
jóvenes.
Pregúntate: ¿Estás invirtiendo tiempo en construir relaciones significativas? ¿Estás
dedicando tu energía a actividades que realmente importan y que contribuyen a tu
crecimiento personal y bienestar?
Es fundamental que volvamos a conectar con el verdadero sentido de nuestra existencia.
En lugar de buscar satisfacción inmediata, debemos centrarnos en lo que realmente da
sentido a nuestras vidas: nuestras relaciones, nuestros sueños, nuestros valores y nuestra
contribución al mundo. Solo así podremos encontrar una felicidad auténtica y duradera.
Invitación a la acción:
- Practica la gratitud: Toma unos minutos cada día para reflexionar sobre lo que
tienes y agradece por ello. - Desconéctate: Reduce tu tiempo en redes sociales y dedica más tiempo a
actividades que nutran tu mente y espíritu. - Construye relaciones: Invierte tiempo en fortalecer las relaciones con tus seres
queridos. Estas conexiones son la clave de una vida plena y feliz.
La felicidad no es una meta, es un camino que se construye día a día. Depende de
nosotros elegir el sentido por encima de las sensaciones y construir una vida que
realmente valga la pena vivir.
Recuerda: “La verdadera felicidad no se encuentra en lo que tenemos, sino en quiénes
somos y en cómo vivimos cada momento con propósito y gratitud.”
Bibliografía
- Waldinger, R. J., & Schulz, M. S. (2010). What’s Love Got to Do with It? A
Longitudinal Study of Marital Quality and Health. Psychological Science, 21(6),
831-837. - World Health Organization. (2019). Depression and Other Common Mental
Disorders: Global Health Estimates. Retrieved from https://www.who.int/news-
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